Pink
Autor: Kyoko Okazaki
Año: 2018
Editorial: Ponent Mon
Idioma: ESP
En la reseña de Amaz-on dice: Yumiko ejerce la prostitución porque su trabajo diario no le da lo suficiente como para alimentar a su mascota, un cocodrilo. Supongo que ligar la prostitución con un cocodrilo genera una corriente erótica alterna que pueda electrocutar el sexo sentido.
No soy muy de manga, pero esta sábado después de tanto tiempo me puse el
chaleco y busqué el sol de Barcelona en el Paseig de Sant Joan, donde una
tienda de patinetes eléctricos me
ofreció sobre dos ruedas la oportunidad de visitar los cómics de la zona para
llevarme a la playa.
Así es como descubrí a Kyoko
Okazaki, una autora de manga femenino sino
la más importante, que además de origami ha cultivado la flor de loto del manga
erótico desde 1983 hasta su gran éxito de Pink en 1989. Su estilo urbanita y
descarado no se corta al contar una historia escabrosa con una naturalidad
lúdica que aboga por la liberación y empoderamiento de la mujer, sin olvidar
que hablamos del Japón samurái centro de
la tradición en todas sus condiciones.
Por esta razón se le ha de
reconocer a esta autora su valentía y hegemonía
cuando trata temas como la prostitución, las drogas, la violación, el
fracaso o la depresión, sin olvidar un subyacente amor romántico donde las jóvenes
japonesas se ahogan entre la moda y el dinero, comiendo cocodrilos tal vez.
El dibujo en blanco y negro
es sencillo pero sutil en el trazo, con una línea simple que no pierde detalle
y claroscuros, reflejo de un guion a la par, que más allá del espejo nos
reclama reflexión y abrir la luz a todas las dimensiones de la realidad que
estallan en Pink.
Sin darme cuenta he dado la
vuelta en mi patinete eléctrico disfrutando en manga corta de la sensualidad y
belleza del sol naciente.
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