Sepulkra

 

Sepulkra

Dibujo: Di Stefano, Todaro, Nisco y Studio Leonetti

Año: 1977

Editorial: Ediciones Zinco - Elviveria

IDI: ESP

Sepulkra nace de la traducción de Cimiteria, la obra italiana publicada por Edifumetto. A lo largo de sus historias, tuvo varios dibujantes como Di Stefano, Todaro, Nisco y Studio Leonetti.

Encontramos las aventuras de Sepulkra en diferentes revistas. Aparecieron algunas historietas sueltas en los primeros números de Horror, publicados por Ediciones Actuales, con el nombre original de Cimiteria. A partir del nº26 de la misma revista, editada ya por Ediciones Zinco, se empiezan a publicar sus historias desde el inicio con el nombre de Sepulkra, hasta el número final de la revista Horror. También aparecen sus en otras publicaciones de Ediciones Zinco, como La Insaciable o Jet-Set.

Además de horroroso, este cómic es definitivamente perverso desde el  momento en que la protagonista es una muerta de origen desconocido que es desenterrada para ser profanada por el guardián del cementerio, un deforme ser llamado Quasimodo, como el de Notre Dame en todos los sentidos, joroba incluida. Así que hablamos descaradamente de necrofilia, aHHH, y el tercer personaje es un mago maricón que se salva por los pelos de ser colgado y se suma al trio maravilla.

Visto por otro lado se trata de la historia de tres marginados que sobreviven en el cementerio y las alcantarillas de Londres. Mientras tanto Sepulkra asesina con su ‘coño asesino’ ya que al guionista no se le ocurrió otra idea que dar a la rediviva un sexo que lanza descargas de alto voltaje a los penes que la penetran, toda una metáfora del empoderamiento femenino y de la nueva mujer que vuelve de la tumba para dominar y someter a los hombres con su sexualidad demoníaca.

Por si fuera poco, además de cuatro tetas, la mujer que murió y resucitó tres veces tuvo un hija llamada Misteria, que se convirtió en vampira y siguió los derroteros del horror y sexo de su madre, y cuyas aventuras también encontramos en este blog.

Es curioso como este particular género de la Horroerótica se permitió llevar el erotismo a extremos políticamente incorrectos y jugar contra toda moral, más allá de la libertad de expresión para entrar en el libertinaje del pendón de Aquiles. Las editoriales italianas se libraron de la censura exacerbada que se dio en Estados Unidos en las publicaciones de Horror y fue más allá hasta un punto insultante que difícilmente hoy en día se permitiría por pecar contra las normas y el respeto que toda mujer merece, aunque sea de papel y sea una vampira.

 

Atención +18

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