Misako No soy la misma
Autor: Kill the King o Kiro Kin
Año: 2019
Editorial: ¿?
IDI: Varios
Presentamos una historia que
se cuenta en varios idiomas, japonés, coreano, inglés, español, incluso en
italiano porque le dan por el … chiste fácil y escatológico que NO me voy a
permitir. Y es que la oba de este ‘Asesino de Reyes’ , quizás llamado Kiro Kin,
no se entiende fácilmente… así que vamos a contar la historia.
La protagonista es Misako,
una mujer que se queda viuda y con hijo que cae en la miseria y por ello se
traslada al pueblo de Kirukane con su suegro que la rescata y paga sus deudas.
El caso es que en este pueblo, que está aislado del mundo, hay costumbres
ancestrales donde las esposas deben atender las necesidades sexuales de los abuelos
que se debaten en su soledad, y una vez al año hay una fiesta donde se
intercambian las mujeres en aras de la diosa fertilidad.
En este caso Misako es
acosada por el suegro y al final accede a su derecho de pernada ancestral por
el bien de su hijo, y porque en el fondo le pica el chichi. Por otra parte
aparece un nuevo vecino que la fotografía iniciando sexualmente a un inocente
escolar del lugar y, como todo hentai que se precie, utiliza el documento
gráfico de la ignominia para chantajearla sexualmente, claro.
Acosada Misako es acaso mujer
de mediana edad y abundantes carnes que se libra al sexo pervertido con un
argumento que refleja en diferentes kilogramos el tema recurrente del sexo
entre personas con diferencias de edad aberrantes, ya que por lo general se
considera que el sexo normal se establece entre parejas con diferencias de edad
máximo 10 años, o como mínimo del mismo ciclo vital, resultando estrictamente
prohibido las relaciones con infantes.
Y entre aullidos y corridas
de ‘todos’ un poco, la Misako alcanza el orgasmo y el órgano con una ilustración
de miedo, un dibujo próximo al 3D, pero que no lo es, o por lo menos no lo
parece, de vivos colores y expresiones efusivas que te salpican, en unas
viñetas con encuadres interesantes y con sentido del arte que buscan las
entrañas del espectador curioso.
‘Los
hombres, tengan la edad que tengan, siempre extrañan los pechos de su mamá’
