Amor profundo de mujeres maduras y lascivas
Autor: Tsukiguni Nonki, A.K.A. Boshi Inbon
Año: 2016
Editorial: País de la Luna
IDI: ESP, japonés
Tsukiguni
Nonki, también conocido como Boshi Inbon, nació en un pequeño pueblo rural de
la prefectura de Akita, Japón, en 1978. Su infancia estuvo marcada por la
pobreza extrema y la indiferencia de unos padres ausentes. Su padre, un
pescador fracasado, pasaba más tiempo en el bar del pueblo que en el hogar,
mientras su madre trabajaba en turnos agotadores en una fábrica cercana,
dejando a Tsukiguni al cuidado de sus propios pensamientos. En este entorno
hostil, el pequeño Tsukiguni encontró refugio en las páginas de los mangas que
podía conseguir en la biblioteca local.
Desde
muy joven, Tsukiguni mostró un talento innato para el dibujo. Con un lápiz
desgastado y papeles reciclados que rescataba de la basura, comenzó a esbozar
sus propios personajes. Inspirado por los grandes mangakas de la época, soñaba
con escapar de su dura realidad creando mundos llenos de emoción, complejidad y
belleza. Sin embargo, su pasión no fue bien recibida por su entorno. Su padre
despreciaba su afición, tachándola de inútil, y sus compañeros de clase se
burlaban de sus dibujos, calificándolos de "extraños" y "pervertidos".
A pesar
de las adversidades, Tsukiguni perseveró y a los 18 años, con apenas unos yenes en el
bolsillo y una carpeta repleta de bocetos, se mudó a Tokio, donde comenzó a
trabajar como asistente de un mangaka menor. Fue allí donde aprendió los
rigores de la industria, desarrollando un estilo distintivo que combinaba un
trazo meticuloso con una narrativa emocionalmente cruda.
Las
noches en vela y el aislamiento que requería su trabajo lo alejaron de sus
pocos amigos y lo sumieron en una espiral de soledad. Nunca alcanzó la fama, y
su carácter perfeccionista, junto con su obsesión por cumplir con sus altas y fallidas expectativas,
le sumió en una depresión profunda.
Aunque
publicó algunos trabajos menores, ninguno logró la chispa necesaria para llamar
la atención que merecía su arte. Se retiró de la vida pública, refugiándose en
una pequeña casa en las afueras de Tokio, donde pasaba sus días cuidando un
pequeño jardín y leyendo los mangas que lo inspiraron en su juventud.
A
pesar de su retiro, Tsukiguni se ha convertido en una figura enigmática y maldita.
Para muchos, su vida y obra simbolizan la lucha constante entre la creación
artística y la carga emocional que conlleva crear una obra basada en la
perversión y el ingenio.
Aquí presentamos lo que se puede
rescatar de su obra. Estamos hablando de una serie complicada que tiene por
título ‘La vieja bruja’ y que consta de varios capítulos de los cuales algunos
hemos descubierto y otros siguen a cubierto en un mar de misterio y enigma, y que
se podrían resumir en los líos de la familia Hazakura.
La historia de la bruja empieza
con el primer episodio titulado ‘Cogiendo con mujeres maduras y lascivas’,
donde el joven protagonista Shou se enamora de su abuela Gin, una ex actriz
porno que mantiene su atractivo sexual, y terminan teniendo una hija llamada
Yuno.
En el segundo capítulo titulado
‘El día que volví dentro de mi madre’ la cosa se retuerce y aparece Ikuno, la
frustrada madre de Shou, y ambos acaban teniendo sexo incestuoso que se remata
con hasta tres hijas, y la segunda hija llamada Kan se lía con Yuno fruto de
Shou y Gin. Ikuno es profesora de cocina y mantiene la relación amorosa con su
hijo que la complace porque la hace sentir más mujer en un momento vital en que
se olvidaba ese sentimiento tranquilo.
Para aclarar el árbol genealógico
o ilógico de esta serie manga aparece Kuon, la tía de Shou, hermana de su madre, que ama
mucho a su marido para acabar teniendo también un hijo con Shou. Kuon ya tenía
una hija llamada Toko, que será protagonista del siguiente capítulo.
En el último capítulo ‘Crímenes sexuales de una Madre y un hijo’ se
encuentran Ikuno Hazakura y Toko Sasahara,
su sobrina, que está molesta porque su madre Kuon se había liado con el hijo de
Ikuno, Shou, y por ello se quiere liar con Ikuno, con la particularidad de que practica
la magia Futanari, o sea que le crece el pene, para ampliar la gama de
perversiones de las que se sirve el autor para crear un entorno vital de
degeneración pervertida.
Algunos de los capítulos brillan
por su ausencia, incluso podrían no estar dibujados y meramente dejados a la
imaginación del lector que de alguna manera debe rellenar las lagunas narrativas
a partir de las informaciones anexas que se facilitan y dibujar con su mente
las perversiones sexuales que se insinúan.
Además se completa esta entrada
con una historia paralela rescatada directamente de la basura digital del autor
y que se titula ‘Canción de Amor de una cita de miel’ donde las protagonistas,
Yusaka y Sakurai, son la propietaria de una tienda de objetos mágicos y una
trabajadora en una cafetería que forman parte del universo creado por el autor.
Como este capítulo está en japonés nos lo quedamos solamente para disfrutar con
los característicos dibujos y situaciones sexuales desbordantes que aparecen como
complemento directo a la trama principal.
La obra de Boshi Inbon se centra
en encuentros íntimos de mujeres maduras que expresan sus deseos de manera
abierta y apasionada. El manga es reconocido por su estilo artístico detallado
y la exploración de temas relacionados con la lujuria y la madurez femenina. Los personajes realistas y las situaciones
provocativas que ha creado han consolidado al final una sugerente reputación en
el género hentai.
Atención +18
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